The Social Festival México

Foto por Aidee Ro

The Social Festival México 2018

Si bien, en la segunda edición de The Social Festival México se esperaba menos público ya que no traían la super estrella del underground Carl Cox como en la primera edición, sin embargo, no fue pretexto para disfrutar del gran talento que se presento ambos días.

Cabe mencionar que, el proyecto de The Social es liderado por el DJ y productor Nic Fanciulli quién sin duda nunca defrauda en lineup y música, pues al elegir un gran line up por mencionar algunos como son Pete Tong, The Black Madonna, Guy Gerber y la esperada presentación de Ben Klock.

El sábado comenzamos con la presentación de Pete Tong en el escenario The Meadow, vimos a un Pete un poco frustrado al principio, conforme fue pasando el tiempo comenzó al igual que los espectadores a disfrutar de su presentación; en cuanto le hizo compañía The Black Madonna para dar paso a su presentación nos deleitó con su música y la gente comenzó a prenderse cada vez más.

En The Barn, se encontraba DJ Three en que la gente estaba un ambiente y vibra buena onda, conforme se acercaba la noche, más gente iba llegando al festival para apreciar la presentación de Guy Gerber y la sorpresa que nos tenía Nic Fanciulli con un B2B con Pete Tong.

Para finalizar el día, Sasha se encargo de cerrar en The Meadow y  nosotros con Matador en The Barn el público estaba eufórico, hasta creo que nos hizo falta más espacio pues se abarrato el lugar y la buena onda nunca faltó.

Para el domingo, el sonido de ambos escenarios cambió. El Tech House se apoderó de The Barn, y el Techno (en sus variantes alemanas y de Detroit) hizo de The Meadow su casa.

En punto de la seis de la tarde, se subió wAFF al escenario de The Barn, recordándonos por qué es uno de los consentidos de Jamie Jones y su disquera Hot Creations. Su set estuvo lleno de energía, tocando un house que marcaría el paso de lo que vendría más adelante.

Mientras tanto, Thugfucker llenaba el ambiente de misticismo con un house mucho más melódico y profundo en The Meadow, construyendo una atmósfera etérea que vendría más tarde a complementar Kristian Beyer, mejor conocido como Âme.

Al finalizar el set del británico wAFF, quien tocó de manera impecable pero con reserva pues sabía lo que se avecinaba , llegó el b2b sorpresa de la noche. Mejor dicho, el b3b sorpresa de la noche. Nic Fanciulli, Skream y Davide Squillace se subieron juntos al escenario para presentar un maratónico set de seis horas, donde cada uno hizo notar su distintivo estilo dentro del house, siempre dándole cabida al siguiente en la fila.

A modo personal, nos pareció que hubo mucho más consistencia y ritmos para la pista era el turno de Squillace o Skream en las tornamesas. Squillace por su hipnótica manera de hilar canciones, Skream por llevar un sonido acelerado y lleno de percusiones que siempre incitan a destrozar la pista de baile. Más tarde se les unió wAFF en el escenario, pues los ritmos que los otros tres presentaban son su hábitat natural, y su inclusión al b3b fue algo que sucedió porque simplemente tenía que suceder.

Sin embargo, durante esas seis horas el escenario principal no se quedó atrás. Rødhåd fue el primero en llevar el industrial y pesado sonido del techno alemán a la pista de baile. El jóven compensa su corta edad con un bagaje enorme de experiencia en la escena más demandante y fructífera de la electrónica: Berlín. Durante las dos horas que estuvo al volante, su sonido nunca dejó de ser crudo, brutal. De Berghain para el mundo.

El siguiente acto no se quedó atrás: Ben Klock se subió a las 10 pm para continuar con la misma línea: techno duro y agresivo. Su set estuvo lleno de energía, los cuerpos nunca se dejaron de mover y las expresiones de emoción y sorpresa eran recurrentes entre la audiencia. El niño consentido de Berghain le demostró al Social por qué su nombre está en lo más alto de la élite del techno en Alemania.

Ben Klock terminó sus dos horas con la misma energía que todo el set, no dando pie al descanso. Era hora de recibir a otro de los grandes del techno (en su variante de Detroit): Carl Craig. Abrió la pista como pocos se atreverían a hacerlo: con un fragmento de “Also sprach Zarathustra” de Richard Strauss, mejor conocido por su aparición en la obra maestra de Kubrick “2001: Una Odisea Al Espacio”. Tras dejar a todos boquiabiertos con su peculiar manera de arrancar, Craig pasó a dar una cátedra del género que lo ha visto crecer y detonarse como uno de los exponentes de Detroit: con hipnotizantes voces gospel acompañadas de un bassline obscuro y refinado.

Las dos de la mañana llegaron una vez más, y nadie estaba listo para que acabara. Habían sido dos días de lo mejor de la escena underground, dándole cabida a ritmos y sonidos que normalmente no se escuchan en la escena mexicana. Desde el acid house hasta el techno, pasando por el tribal house. Dos días donde la prioridad siempre fue la música, como debería de ser en cualquier otro festival. Dos días de fiesta donde nadie quedó a deber (excepto el patrocinio de Bud Light y su cerveza diluída), donde las expectativas se alcanzaron y superaron, donde los horizontes musicales de más de uno se ampliaron y dónde los organizadores y artistas nos dejan con esperando con ansias la próxima edición de uno de los mejores festivales que han llegado a nuestro país.

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